martes, 25 de septiembre de 2012

Me costo un Peru

Fue un largo tramo desde Cajamarca hasta San Ignacio donde estoy ahora ya muy cerca de la frontera con Ecuador que espero cruzar mañana.
Desde Cajamarca sali con rumbo a la ciudad de Celendin, tuve una buena subida de por medio y si no hubiese sido por tantas obras en el camino el paisaje hubiese sido lindo, despues de Celendin llego otra subida pero mas corta y ahi si un cambio grande en el paisaje con un bajadon de 2100 metros hasta el fondo del caluroso y pintorezco valle del rio Marañon que ya habia encontrado antes en mi viaje cerca de su nacimiento, mientras iba bajando y bajando por el terrible camino de piedras sueltas iba viendo la silueta del camino del otro lado del valle que me tocaria subir, se perdia bajo las nubes, ese dia acampe pasando el pueblito de Balsas que esta al lado del rio a solo 1000 metros de altura, me tocaria subir hasta 3600 para salir del valle, fue todo el dia siguiente pedaleando con fuerza, tanta que se me partio un rayo, pero me sentia bien y gracias al buen estado del camino de tierra a las 4 de la tarde estaba en el abra listo para hacer la bajada hasta el pueblo de Leymebamba en el valle de otro rio importante, el Utcubamba, aqui el paisaje ya habia cambiado, mucho mas verde, ya estaba cerca a la selva y mucha humedad que se convirtio en lluvia fuerte esa noche y durante dos dias mas.

La subida desde Cajamarca y la bajada hacia el Marañon

El Marañon y la subida hacia el abra

Mas de la eterna subida y ya en lo mas alto

Desde Leymebamba segui bajando a la par del rio por el vallle muy lindo rodeado de montañas y mucho verde, habia descartado visitar la ciudad de Chachapoyas y las famosas ruinas de Kuelap, me canse un poco de ver ruinas, bloques de piedra construidos por gente como yo solo que hace 1500 años, me impresiona mas la naturaleza, esas montañas que llevan miles de millones de años ahi, por eso si decidi hacer un paseo alternativo hasta la Catarata Gocta, el 3er salto de agua mas alto del mundo con sus 771 metros de alto en sus dos caidas, sabiendo que quizas nunca llegue a visitar el costoso y dificil de acceder Salto del Angel en Venezuela esta era una visita imperdible, asi tome un camino de tierra y mucha subida hasta un pueblo muy chiquito en la montaña llamado San Pablo, fueron 7 kms empujando la bici con lluvia torrencial y lleno de barro, ahi me aloje en el unico hospedaje de una simpatica familia, fui yo el unico en los dos dias que estuve ahi, al dia siguiente hice la caminata de 1 hora y media hasta la catarata por un hermoso sendero que va por dentro de la selva en partes con todos los cantos de los pajaros, al final llegue a los miradores, fue espectacular la vista de esta maravilla, me quede un rato largo mirando y sacando fotos, despues fui hasta la base de la primera caida y me volvi, el cielo ya se ponia negro y volvio a llover duro el resto del dia.

 El valle del Utcubamba

 Cascadas a lo largo del camino y la caminata a la Catarata Gocta

Por fin la esperada Gocta

Era hora de seguir viaje, baje a la ruta principal y segui a lo largo del rio Utcubamba bajando su curso, el cañon se transformo en valle amplio con mucha agricultura, muchos arrozales y palmeras, asi llegue al mediodia antes de las lluvias a Bagua Grande donde tenia un contacto que me habia pasado Bernard, Henry un policia peruano, muy simpatico me invito a almorzar y cenar en la escuela de policias, no me pudo dar mucha atencion ya que estaba de servicio pero conversamos bastante, el siguiente tramo me llevaria otra vez cuesta arriba tratando de escapar del sofocante calor de los llanos, tome un atajo tomando un bote a traves del rio Marañon una vez mas, despues fue subir a lo largo de otro largo valle lleno de arrozales y plantaciones de frutas, muy lindo con el rio crecido por las lluvias y entre montañas y bastante vegetacion, acampe escuchando el rio y los ruidos de la selva son calor y muchos mosquitos.

 Arrozales y palmeras de los llanos y rumbo a San Ignacio

Lindos lugares de camino a San Ignacio

Hoy fue corto el tramo hasta el pueblo de San Ignacio, me tome la tarde de "descanso" arreglando varillas rotas de la carpa y un poco la bici, desde aqui ya cruzare mañana la frontera al Ecuador si todo va bien asi que aprovecho a agradecer a todos los peruanos por su hospitalidad, fue un pais muy dificil pero ellos me lo hicieron muchas veces mas facil literalmente a veces empujandome cuesta arriba, jaja, nunca me acostumbrare del todo al "gringo" o al trafico enloquecido y tanta bocina pero los paisajes y la sencillez y humildad de este amistoso pueblo han superodo por mucho esas pequeñas incomodidades, es definitivamente un pais al que volveria a visitar, quizas otra vuelta, pero ahora es el turno de Ecuador, en la proxima nota les cuento que tal, hasta entonces.

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